Las Fuerzas de Seguridad de la Provincia se han caracterizado históricamente y hasta no hace muchos años atrás, por estar integradas casi exclusivamente por varones y presentar una cultura institucional colectiva esencialmente patriarcal y machista. De hecho, las mujeres y personas con identidades o expresiones de genero autopercibidas diferentes a las de su sexo biológico de origen, estuvieron durante los casi 200 años de la institución policial, excluidas de su seno, a pesar de la vigencia del principio constitucional de igualdad ante la ley.