En los últimos años, el avance de las tecnologías de la información y comunicación (TICs) se ha incorporado a la cotidianeidad de millones de personas, facilitando algunos aspectos de nuestras vidas, en algunas situaciones, y exponiéndonos a riesgos desconocidos en otras.
Una de ellas es la violencia digital o en línea, algo de lo que ninguna persona se encuentra exenta, y sobre todo aquellas poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad como las mujeres, niños, niñas, adolescentes, lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y demás diversidades sexuales y de género. En varias investigaciones sobre el tema se ha observado que las mujeres son víctimas de ciertos tipos de ciberviolencia de manera desproporcionada en comparación con los hombres.
La violencia de género en línea o digital no es un fenómeno aislado, sino que se localiza en un contexto social más amplio de desigualdad y discriminación de género contra las mujeres y las niñas.