El virus que causa el dengue es de los denominamos ARN, perteneciente al género Flavivirus, que se transmite a través de su principal vector: la picadura de los mosquitos Aedes Aegypti. Presenta cuatro serotipos antigénicamente distintos DENV-1; DENV-2; DENV-3 y DENV-4.
La enfermedad puede progresar a formas graves, caracterizada principalmente por dificultad respiratoria y/o daño grave de órganos, llegando, incluso, a provocar la muerte. El dengue tiene un comportamiento estacionario, es decir, en el hemisferio Sur la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, en cambio, en el hemisferio Norte, los casos ocurren mayormente en la segunda mitad. Este patrón de comportamiento corresponde a los meses más cálidos y lluviosos.
La Organización Panamericana de la Salud advierte que cerca de 500 millones de personas en toda América se encuentran en riesgo actual de contraer dengue, y que los cuatro serotipos existentes, circulan en todo el continente incluso de manera simultánea produciendo exponencialmente una posible reincidencia de quienes ya han contraído la enfermedad si no se llevan adelante las tareas de prevención necesarias.