Según la ONU las mujeres rurales representan la cuarta parte de la población mundial y un poco más del 40% de la mano de obra agrícola en los países en vías de desarrollo. Son ellas quienes labran la tierra y plantan las semillas que alimentan a naciones enteras. Ellas, además de garantizar la seguridad alimentaria de sus comunidades destinan inestimables esfuerzos que ayudan a enfrentar los problemas que genera el cambio climático en diversas tareas.