egún la Sociedad Argentina de Hematología, la trombofilia es un desorden del mecanismo hemostático, donde se demuestra una predisposición anormal a la trombosis, puede manifestarse como un evento tromboembólico espontáneo o de una severidad desproporcionada al estímulo, en el territorio venoso y ocasionalmente arterial, con una tendencia variable a la recurrencia. La presencia de este factor predisponente no implica necesariamente la aparición de un evento trombótico, asimismo, en el caso de mujeres embarazadas, sugiere retrasar el diagnóstico hasta que se produzcan 2 o más abortos consecutivos tempranos (antes de las 10 semanas) de embarazo embrionado, sin causas genéticas. En un embarazo, ocurre que a nivel de la placenta se obstruyen los vasos, lo que deriva en un infarto placentario que provoca la muerte del embrión por falta de irrigación. Tan vital resulta el diagnóstico temprano que una mujer con trombofilia adquirida que recibe el tratamiento, tiene entre el 85-90 % de posibilidades de que su bebé nazca vivo. Por el contrario, sin tratamiento, sólo el 15% de los embarazos llegará a término con éxito. Su tratamiento consiste en la colocación diaria de inyecciones de ácido acetil salicilico (aspirina) más heparina de bajo peso molecular desde el momento en que se confirma el embarazo. También puede utilizarse heparina no fraccionada, según la indicación médica.